Seda

Los misterios del Bombyx mori

En esta sección encontrarás

Todo lo relacionado con la cría del gusano de seda

Leyenda

Cuenta la leyenda del origen del gusano de seda que en las Indias vivió una princesa que tenía los cabellos de oro; su madrastra la detestaba profundamente y consiguió del zar que la joven fuese enviada al desierto. Desterrose pues a la princesa de los cabellos de oro y en su destierro se la abandonó.

La princesa se presentó al quinto día en la casa de su padre, conducida por un león que la llevaba sobre su lomo. La madrastra aconsejó entonces al zar que la dejara extraviada en los países salvajes, donde no vivían más que buitres. Así se hizo, pero los buitres la devolvieron a su padre al cuarto día.

Entonces la madrastra consiguió el destierro de la joven a una isla desierta. Hubo unos pesacadores que la recogieron y la devolvieron al zar. Viendo aquello la madrastra ordenó que cavaran en el patio un hondo pozo y a éste hizo que bajara la princesa. Luego llenó de tierra el hoyo. Seis días después, en el lugar donde había sido enterrada la joven viva se vio brillar una luz. El zar hizo que se cavara y en lo más profundo se encontró a la princesa.

Por último, la madrastra hizo que se ahuecara el tronco de un gran árbol y en ese agujero metió a la princesa. Luego mandó cortar el árbol y que lo echaran al mar. Nueve días después, las aguas dejaron el tronco en las costas de Japón y los habitantes de aquel lugar sacaron a la princesa del interior del tronco, pero ésta, en cuanto vio la luz del día murió para transformarse en un gusano de seda. Y aquel gusano trepó hasta lo alto del árbol y comió de sus hojas. Cierto día dejó de moverse y de comer, pero cinco días después -el tiempo que la princesa había pasado en el desierto- se reanimó de nuevo y siguió royendo las hojas del árbol por espacio de varios días.

Al cabo de esos días volvió a dormirse, y pasó dormida el mismo tiempo que los buitres emplearon para devolverla a su casa; luego se reanimó para, días más tarde, quedarse dormida de nuevo. Después del quinto sueño, el gusano murió para resucitar en capullo sedoso y dorado; de aquel capullo salió una mariposa que se puso a poner huevos. Puestos los huevos, otros gusanos salieron. Ahora allí se fabrica mucha seda y se cultiva gran cantidad de gusanos. El gusano duerme cinco veces y cinco veces se reanima. Los japoneses llaman a los sueños: sueño del león, sueño del buitre, sueño de la barca, sueño del pozo y sueño del tronco.


Historia

El gusano de seda es originario de China. Los historiadores chinos indican como fecha del comienzo de la sericicultura el 4300 antes de nuestra era. La emperatriz Xi Ling Shi (Hsi Ling-shi), esposa del emperador Hwang-te, quien reinó por el año 2650 a.C., recibió de éste el encargo de descubrir por qué las hojas de morera del jardín real estaban roídas. La emperatriz buscó concienzudamente hasta que encontró unas orugas blancas que comían las hojas de los árboles de morera tanto de día como de noche. Xi Ling Shi descubrió, también, un capullo blanco en una de las hojas y empezó a estudiarlo. Encontró otros capullos en los días posteriores y descubrió que esas orugas lo habían fabricado. Intentó deshilar el capullo para ver lo que contenía en su interior hasta que un día, accidentalmente cayó dentro de su taza de té. Al sacarlo, la emperatriz pudo tirar del hilo y deshacerlo por completo. El capullo estaba formado por un solo hilo largo y fuerte, lo que le hizo pensar en cómo podía tejerlo. La emperatriz pidió al emperador que se plantaran más árboles de morera para que cuando nacieran las nuevas orugas pudieran alimentarse y producir más capullos.

Al principio, Xi Ling Shi y sus ayudantes experimentaron en secreto como tejer la seda, estudiando sus propiedades y fabricando alguna pequeña pieza. Después de muchos intentos, consiguieron tejer una hermosa bufanda de seda que entregó a su marido como un bonito presente. Pronto empezó todo el palacio a tejer la seda que obtenían de los capullos y el emperador tuvo la idea de enseñar a otros reinos como criar esas orugas y el trabajo de la seda, pero cuando se dio cuenta de que ya no le comprarían ese material a China, decidió guardar el secreto bajo pena de muerte. Propagó esta industria entre la casta noble del imperio y se consideraba entonces como un arte sagrado, reservado únicamente a las damas de la corte y la alta aristocracia. A la muerte de la emperatriz, se le erigieron templos y altares como "la diosa de los gusanos de seda".


grabado

Desde el alba de su civilización, los chinos tuvieron a la sericicultura y el tejido de la seda como la principal fuente de su riqueza. Así nació la ruta de la seda. Los primeros emperadores ordenaron la propagación de esta actividad y, a menudo, dictaban decretos y órdenes para proteger y recordar a la corte sus obligaciones y atenciones con la sericicultura. La seda se vendía como un producto representativo de la nobleza. Se pagaba oro y plata por ella. La ruta de la seda era un entramado de caminos en los que se comercializaban otros productos. Los mercaderes de la antigua Persia compraban la brillante seda en la China y la cargaban en sus caravanas hacia puntos lejanos. Un caballo podía cargar 600 libras de seda y un camello, 1000. Era un viaje peligroso ya que había que cruzar desiertos y montañas. Se sufrían emboscadas y se les robaba, pero si conseguían completar el viaje, se podía ganar el doble de lo que se había pagado por ella. Durante 2000 años el secreto de la seda permaneció oculto y aunque espías de otros reinos intentaron descubrir la verdad, nadie lo consiguió. Existían rumores sobre la verdadera naturaleza de la seda: algunos pensaban que era el fruto de un árbol, otros hablaban de arañas o escarabajos o incluso de animales fantásticos mezcla de corderos y peces.

China ganó mucho dinero de los mercaderes de Persia y éstos, a su vez, ganaron mucho dinero de la venta de la seda. La sericicultura llegó a Japón 600 años antes de nuestra era, y más tarde, se extendió hacia la India y Persia. Durante el siglo segundo, la reina Semíramis, después de una "guerra feliz", obtuvo toda clase de obsequios del emperador chino, quien le envió navíos cargados de sederías, gusanos, y hombres expertos en la materia. Desde entonces Japón extendió en todo su territorio la sericicultura, al grado de que llegó a considerarse que la seda poseía poderes divinos. La historia registra el momento en que el gobierno intervino, en nombre de la economía nacional, porque todos los campesinos querían dedicarse a esta actividad, olvidándose de las otras ramas de la agricultura.

Cuando el emperador romano Justiniano (483-565 d.C.) tuvo la idea de enviar a monjes para predicar el cristianismo por oriente, en el año 552 d.C. decidió enviar a dos monjes con la orden expresa de averiguar cómo se fabricaba la seda. En un momento de su visita al palacio real se escondieron entre las hojas de morera de los árboles del jardín y descubrieron el secreto. Vaciaron sus bastones y en el hueco de éstos, los monjes introdujeron semillas de morera y huevecillos, logrando así sacar la especie hacia su territorio. Pronto llegaron a la corte de Constantinopla y contaron lo que sabían a Justiniano. De allí se extendió a los países de Asia y África del Norte; más tarde llegó a Europa, con los árabes, donde Italia, Francia y España obtuvieron excelentes resultados, y a quienes se les reconoce, hasta la fecha la finura de sus sedas.


Ruta de la Seda

La Ruta de la Seda sirve de hilo conductor para trazar un cuadro de las relaciones de China con los países occidentales desde la antigüedad hasta nuestros días. No se trata tan sólo del Occidente europeo, que una tradición tan antigua como confusa opone a un Oriente cuya definición sigue siendo imprecisa y variable, sino de toda la Eurasia situada al oeste de China, incluidas la India, Serinda e Irán, cuyos contactos e intercambios recíprocos trascienden incluso fuera de China. El comercio de la seda sirve de reactivo y aporta las típicas ilustraciones a la luz de las cuales se aborda la historia, no solamente económica, sino también política, cultural y religiosa.

El comercio chino-occidental, que nuestros manuales datan de la Guerra del Opio, tiene una historia dos veces milenaria, con eclipses más o menos frecuentes, y cuyas vías fueron diversas, y a menudo sorprendentes. A decir verdad, el referido comercio no se limitó a artículos de lujo (de los que la seda, producto esencialmente femenino, incluso “erótico”, ofrece un ejemplo típico); entre los otros productos figuraban la porcelana y las especias, de las que, hace apenas años nada se sabía.

Precisamente bajo la dinastía de los Han, que comenzó dos siglos antes de nuestra era y cuyo afianzamiento coincide cronológicamente con el del estado romano, la seda, de materia industrial, pasó al de valor puro: el oro, la plata, el cobre escaseaban, por lo que la seda comenzó a servir, con el mismo título que el grano, para pagar los salarios de los funcionarios y para recompensar los servicios excepcionales prestados por los súbditos: la seda se almacenaba al igual que el oro; se contaba en piezas de seda como se había contado en libras de oro. No tardaría en ser una moneda de cambio con los países extranjeros.

Lo que parece cierto, e ilustra la importancia de la producción, es que en todas las provincias en donde la sericicultura era posible, no había una sola familia china en la que las muchachas, las madres y las abuelas no consagraran una buena parte de sus jornadas, y la mitad del año, a alimentar, cuidar, vigilar los gusanos de seda, a devanar, hilar, tejer, teñir, bordar la seda. Pues toda la industria parece, en efecto, haber estado concentrada en manos de las mujeres, en régimen de economía familiar. pues la más de las veces se pagaban los impuestos en piezas de seda.

Huang-Ti (el emperador amarillo) del cual se suponía que en el III milenio antes de Cristo ya debía haber reinado, está relacionado con el descubrimiento del arte de tejer la seda. Con los primeros hilos de seda entretejidos empezó un nuevo e importante capítulo en la todavía joven historia de la economía, hace más de 4000 años. En la actual capital administrativa de Szechuán, se encontró una tumba con incrustaciones en oro representando gusanos de seda.

Las primeras noticias seguras sobre producción de seda nos llegan de la época de la dinastía Yin, sucedida por la Shang, entre el 1766-1122 a C; mediante excavaciones llevadas a cabo en su ciudad residencial, Yin-Hsu. La información nos llega a través de inscripciones del oráculo, las cuales hablan del árbol de la morera, del gusano de seda y de los hilos de seda.

Sólo sabemos que ya Alejandro Magno, en su campaña a la India entró en contacto con telas de seda. Uno de los oficiales de Alejandro, Nearco, fue el primer griego que en sus descripciones habló de “pieles séricas”, lo que es lo mismo que decir seda. Lo que él y otros autores occidentales han escrito sobre la manera y procedencia del fino tejido es, desde luego, hipotético y prescinde de cualquier conocimiento real, sobre el origen y comienzo del anhelado tejido. Así, Nearco, escribe que los hilos de seda eran rascados de árboles. Y todavía en la Roma imperial, donde la seda, como tela de moda de la sociedad elegante pertenecía desde hacia tiempo a la imagen de la ciudad, se creía que los hilos de seda colgaban de árboles rarísimos y que eran dificilísimos de arrancar.

Incluso y pese a que desde hacía tiempo funcionaban las rutas comerciales, no se tenía una idea clara acerca del país de origen de la seda. El famoso escritor griego Pausanias informó sobre la isla de Seria —el nombre proviene de la palabra ser (seda) —, que debía de hallarse en el mar Rojo. Al mismo tiempo escribe sobre un río llamdo Ser, citado por Ptolomeo, el geógrafo griego, el cual es idéntico al río principal de la actual Thailandia, el Menam. Seres —la gente de la seda — era como se denominaba en Roma a los chinos o, en general, a los pueblos vinculados con la producción de la seda.

En principio, la sericultura como el empleo de la seda era un derecho exclusivo de las familias nobles de las provincias chinas dedicadas a la seda. Más tarde, este derecho pasó al emperador, quien pronto reconoció el valor comercial de su monopolio y, precisamente por eso, decretó pena de muerte para cualquiera que revelase el secreto de la manufactura de la seda o exportase huevos de gusano de seda. La consecuencia fue que China se mantuvo como única productora de seda pura hasta el siglo IV d C. y el secreto de su manufactura fue mantenido hasta el 527 d C.

También se conocía en la India desde tiempos immemoriales un gusano cuyos hilos se podían hilar, pero esta seda no poseía ni el brillo ni la pureza del gusano blanco de la China. Además las religiones hindúes tenían absolutamente prohibida la matanza de animales, así que sólo se podían recoger los capullos rotos por las mariposas al salir de éstos, y devanar los cortos hilos para poder trabajarlos. Así pues, la verdadera obtención de seda siguió siendo durante más de dos milenios el secreto y el privilegio de los chinos.

Es evidente que el descubrimiento del hilo de seda y el invento de su elaboración artística encajaba perfectamente con una de las necesidades básicas del ser humano: adornarse y diferenciarse de los otros mediante objetos bellos. Por ello, la seda se convirtió en uno de los primeros atributos de la posición social y la representación ligada a ésta; primero en China y más adelante en todo el mundo antiguo entre Asia oriental y Roma.

El ver y conocer lo desconocido, que conduce al deseo de poseerlo, es el preludio de las relaciones internacionales, el comienzo de las embajadas, expediciones, búsquedas de contacto; también de atracos y robos, y finalmente del comercio. Primero fue el trueque de artículos y después el comercio con un sistema monetario acordado, donde la moneda no era sólo el oro y el dinero, sino que también la seda u otras mercancias codiciadas.

Nadie sabe de dónde y cuándo salió de China la primera caravana hacia Occidente. Es seguro que antes hubo un largo período en que los artículos utilizados en el comercio de trueque iban pasando de pueblo en pueblo, de provincia en provincia; hasta que un día alcanzaron su destino, o mejor dicho, el lugar en que tenían interés y encontraban compradores. La llamada Ruta de la Seda se caracteriza desde el principio por ser una de las más inseguras y peligrosas. Además no sólo hay que pensar en la seda como artículo de exportación, sino, sobre todo, en la seda como medio de pago, como moneda, ya que ha sido mediante esta utilización como en definitiva ganó su extraordinaria importancia.

En tiempos de Herodoto, la Ruta era bien conocida. Tras la muerte de Alejandro Magno, los griegos eran los señores de todos los mercados del Mediterráneo, donde se inició un intercambio de mercancías, en constante crecimiento, entre el este y el oeste que pronto tomó la forma de libre comercio universal. Las mercancías con más demanda eran junto al oro: otros metales, piedras preciosas, maderas nobles, marfil, telas, aceites, especias y drogas; la seda era rarísima en Occidente y el desarrollo de las rutas mercantiles entre la India y los paises del Asia central y occidente, crearon las condiciones básicas para aquel intensivo comercio, cuyo punto central fue Seleucia, situada a unos 60 Km al noroeste de la antigua Babilonia.

Los partos lograron controlar largos trayectos de los antiguos caminos comerciales de Asia central. Cleopatra, fue una de las primeras mujeres del Mediterráneo suroriental que llevó vestiduras de seda china. Los romanos conocieron la seda china a través de los partos, ésta se convirtió en el objeto de lujo más codiciado. Al principio la seda fue un accesorio de la moda romana, se llevaba como quien lleva una joya, se bordaban hilos de seda en las túnicas o las togas. Más adelante se empezó a adornar la parte delantera de las túnicas con estrechas franjas verticales de seda y pronto se pasó a tejer con hilos de seda una tela ligera y transparente. Una segunda revolución llegó con los tintes. El vestido tradicional romano era blanco, pero los de más estatus social empezaron con pedacitos de seda teñidos de púrpura. Los tejedores de seda estaban buscadísimos y los comerciantes de seda eran ricos.

El caso es que a mediados del siglo III todavía no había nadie en el mundo mediterráneo que supiera a ciencia cierta de la procedencia de la seda. Su historia era y continuó siendo una leyenda. Este conocimiento que contradice la realidad, después de doscientos años de comercio entre Oriente y Occidente es asombroso. Y todavía lo es más cuando no sólo miles de balas de seda habían llegado a la zona mediterránea, sino que ya había llegado un embajador romano en el año 166 en la corte del emperador Han en Changan.

Después que China perdiera su monopolio, la cría de gusanos y la producción de seda se difundió a lo largo de la ruta hasta la llegada a Persia. La morera y el gusano se hicieron corrientes allí donde las condiciones climáticas lo permitían. Más tarde irrumpieron las tribus turcas que ganaron fuerza política y se expandieron hacia el suroeste venciendo a algunos pueblos hunos que ya habían hecho de intermediarios entre el comercio chino y occidente. Los turcos establecieron un nuevo puente en las rutas comerciales entre oriente y Bizancio, pero los persas que tenían bajo su control las rutas del Asia central, impedían el paso de productos hacia Bizancio, lo que resaltó de nuevo las rutas del norte que no estaban bajo influencia persa.

El impulso del cambio político radical y también de la situación religiosa en el espacio de las rutas de la seda, fue dado en el siglo IX con la llegada de los árabes y su nueva religión, el islamismo. Algunos años después del cambio de milenio, unos emisarios armenios lograron volver a sus tierras con semillas de morera y algunos huevos de gusano en el interior de un cayado. Una vez establecida la industria sericícola en Armenia, ésta pasó definitivamente a Europa. El primer árbol se plantó en Francia en 1147 y con la invasión árabe entró en España, de forma que se conoció la forma de pocrear el gusano y sacar los beneficios económicos correspondientes.


Sericultura

La sericultura o sericicultura tiene por objeto la cría y explotación del gusano de seda. El nombre proviene del latín seres, que significa seda. Este animal es la oruga de la mariposa de la seda (Bombyx mori) y pasa por una serie de transformaciones desde su nacimiento, al salir del huevo, hasta su transformación en adulto, provisto de alas.

Terminada su última muda, la oruga se prepara para su metamorfosis en crisálida, que realiza en el interior de una cubierta protectora llamada capullo, formada por un hilo de una substancia resistente llamada seda, que segrega a través de las glándulas sericígenas, situadas junto al orificio de la boca del animal.

El aprovechamiento de la seda se realiza matando a la crisálida antes de que la mariposa adulta taladre el capullo para salir al exterior y aparearse.


Cría

El mejor momento para el nacimiento de los gusanos de seda es en Marzo o Abril, aunque algunos huevos, dependiendo de las condiciones climáticas, pueden eclosionar en Febrero. Cuando nacen miden unos 3 mm. de largo, son de color negro y con pelo. Solamente nacer ya buscan comida, pues su apetito es voraz. Para completar su ciclo larvario el animal debe sufrir numerosas modificaciones, conocidas como mudas, pues aumentará su peso entre 8000 y 9000 veces y su longitud llegará a ser de hasta unos 8 cm. Así pues, la vida del gusano de seda se compone de 5 edades y 4 mudas.

La muda es una fase biológica muy importante y delicada que permite la evolución del cuerpo de la larva. Cuando mudan la piel, dejan de comer y están quietos con la cabeza hacia arriba durante todo el proceso que dura la muda. Se desprende de su antigua piel quedando plegada ésta sobre el fondo de la caja o sobre las hojas y enseguida endurece la nueva. Es un momento muy delicado y no debe molestarse a la larva. Una vez finalizada la muda, el gusano vuelve a su apetito voraz habitual.

Los gusanos, en cuanto cambian el aspecto oscuro de su nacimiento, pueden ser, según la raza y de forma general, de color blanco, rayado o marrón oscuro y son blandos y fríos al tacto; aunque existen otras razas y variedades. El periodo larval, en condiciones normales tiene una duración total de unos 30 días, subdivididos en las siguientes etapas: 1ª edad --> 4 días, 1ª muda --> 1 día, 2ª edad --> 3 días, 2ª muda --> 1 día, 3ª edad --> 4 días, 3ª muda --> 1 día, 4ª edad --> 5 días, 4ª muda --> 2 días, 5ª edad --> 9 días. En esta última edad su apetito resulta verdaderamente insaciable, pero el octavo día deja de comer y parece que el gusano se vuelve solitario, triste y errante. Su defecación es verde, en lugar de la negra habitual, suele buscar los rincones y su piel se vuelve amarillenta, anunciando así que está próxima la fase de confección del capullo y su metamorfosis. En condicones normales de humedad, la temperatura idónea para la larva es de 24-26º; por debajo de los 17º la larva languidece y se adormece y por encima de los 32º tiene muchas dificultades para hilar el capullo.

En esta fase, se pueden observar unos hilos de seda blanquecinos que serán los anclajes del futuro capullo que tejerán alrededor de ellos mismos. Esta operación se conoce con el nombre de embojado. La substancia que produce la seda está en estado líquido en dos cavidades alargadas que el gusano posee en el dorso y que van a parar a su boca. El líquido se solidifica en contacto con el aire para formar una hebra de seda. Esta secreción está compuesta por una proteína llamada fibroína en un 75%, por la sericina en un 24% y por materia colorante cerosa en un 1%.

Colocado en su sitio, es decir, en el lugar que el animal cree favorable, echa unas hebras que enreda en ramitas de la misma morera o sobre las paredes de la caja de cartón. Se coloca en el centro y empieza a mover la cabeza de un lado a otro, tejiendo sobre él mismo una primera capa débil. Después enrolla, siempre a su alrededor, el hilo único y continuo, apretándolo cada vez más fuerte y formando un saco ovalado de seda, opaco, donde queda encerrado. En el capullo suele invertir entre 5 y 8 días de trabajo constante y está formado por un único hilo de seda que puede llegar a tener 1500 m. de longitud. No todos empiezan a hacer el capullo al mismo tiempo, pero suelen hacerlo dentro de la misma semana. Si se les molesta mientras hacen el capullo, lo dejan y empiezan otro en distinto lugar, aunque éste último estará incompleto, pues el gusano no puede sacar otra longitud igual de hilo de seda. Los que no logran hacer el capullo, mueren.

El color del capullo es distinto de unos a otros. Unos son muy blanquecinos, otros amarillo claro, amarillo intenso, naranja, rosado o incluso verdes. La forma del capullo, dependiendo de la raza del gusano, puede ser casi redondo, ovalado, alargado o acinturado. En ocasiones dos o más gusanos pueden hacer un mismo capullo, de mayor tamaño, de seda más basta, conocido como ocal y también, según las zonas, como aldúcar o azache. Los capullos que encierran las hembras son de mayor tamaño y más redondeados.


Tras varios días de quedar encerrada en el capullo, la crisálida se ha transformado en una mariposa blanca, pequeña, con antenas plumosas. Esto tiene lugar entre 15 y 20 días después de quedar dentro del capullo. Los cambios han sido muy profundos. Normalmente cuando la mariposa sale, estropea el capullo al abrir un boquete, esta operación requiere unos 15 minutos y aparecen con las alas humedecidas, blandas y arrugadas. Tendrán que esperar a tenerlas secas para moverse de un lado a otro, aunque no vuelan. Tampoco comen ni beben. Si las observamos con detenimiento podemos ver que siguen un ritual, una especie de danza nupcial, revoloteando unas alrededor de las otras hasta que se produce el apareamiento. La hembra atrae al macho, lanzando su reclamo con un olor que emana de sus glándulas posteriores. El macho levanta la cabeza o las antenas y empiezan a vibrar las alas, revoloteando en círculos alrededor de la hembra con intentos de cópula hasta que finalmente, si no llega otro macho antes, se produce la deseada unión. Con la cópula quedan unidas por la parte trasera del abdomen, dura varias horas, incluso días.

El macho se reconoce por sus antenas plumosas y pectinadas más desarrolladas que las de la hembra y por su abdomen más delgado. Las hembras son las que pesan más, las que tienen el abdomen más grande, debido al transporte de los huevos (entre 300 y 500). Una vez que el macho ha copulado, las hembras empiezan a depositar todos los huevecillos por la caja, tanto en el fondo, como en las paredes o encima del capullo, impregnados de un líquido viscoso que los deja pegados en la superficie. La puesta suele durar entre 4 y 5 días. Después de la puesta, tanto el macho como la hembra no tardarán en morir, cerrándose así el ciclo, pues de los huevos saldrán las larvas en la primavera siguiente.




Aquí podéis ver un video muy didáctico e instructivo que resume en imágenes todo lo que se ha contado anteriormente.

El video es ©Daniel Martín




Huevos

La forma del huevo es elipsoidal, un poco aplanada, con una leve acentuación en el polo donde se encuentra un pequeño orificio llamado micrópilo, que permite el paso del espermatozoide en el momento de la fecundación. La cáscara que lo envuelve completamente está constituida por una sustancia muy resistente de materia quitinosa, que desde el momento de la deposición presenta un color blanquecino o amarillo pajizo, según sean huevos bivoltinos o univoltinos.

En biología, se entiende por voltinismo el número de generaciones de un organismo que aparecen en un mismo año. Si completan dos ciclos vitales en un año, es decir que aparecen dos generaciones cada año, se denominarán bivoltinas, como lo son por ejemplo algunas razas orientales; lo que significa que los adultos de estas razas depositan los huevos a finales de la primavera y las nuevas larvas completan su maduración en el verano tardío, depositando de nuevo huevos para que nazcan a la primavera siguiente.

Una vez depositados los huevos de las razas bivoltinas, éstos permanecen durante unos 6-7 días con ese color amarillo pálido, blanco roto o incluso blanquecino hueso, dando un aspecto de infertilidad, sin embargo una vez transcurridos esos días, de repente los huevos se vuelven traslúcidos y se puede observar claramente un pequeño punto en uno de los extremos del huevo. En ese instante están muy prontos a eclosionar y en los dos días siguientes van tomando un color grisáceo muy característico. Transcurridos esos dos días, una pequeña larva aparece junto al huevo.

Los huevos de las razas bivoltinas suelen ser de menor tamaño, oscilando entre los 0.8 y el 1.1 milímetros de longitud y un peso medio de 0.5 miligramos. Otras variedades pueden tener, incluso, más de dos generaciones en un mismo año y estas razas se denominan polivotinas o multivoltinas, aunque estas razas dependen de la climatología donde se desarrollan, ya que en un clima frío dejarían de ser multivoltinas por la dificultad de encontrar alimento, sobre todo en invierno.

Son especies univoltinas las que completan un único ciclo vital a lo largo del año, alimentándose durante la primavera y realizando la metamorfosis a principio del verano. Estas mariposas pondrán sus huevos para que eclosionen en la primavera siguiente, una vez transcurrido el invierno.

La incubación del huevo dura alrededor de quince días, a partir de ese momento el huevo ya está maduro para eclosionar, aunque en climas fríos y en razas monovoltinas la eclosión no se produce hasta haber pasado el invierno. En la primavera, las orugas salen del huevo, pero siempre dependiendo de la temperatura ambiental. Este mecanismo les permite madurar al mismo tiempo que las hojas de morera y poder alimentarse cuando las hojas se encuentren en su momento óptimo.

Este mecanismo que hace que los huevos queden en suspenso vital durante el invierno se llama diapausa. La diapausa ayuda a los insectos a permanecer sincronizados con los ciclos naturales como los de la temperatura, la pluviosidad y la disponibilidad de alimentos, para incrementar así sus oportunidades de supervivencia. Los huevos de las razas monovoltinas son más grandes y suelen corresponder a las variedades europeas, oscilando entre el 1.25 y el 1.65 milímetros de longitud.

En el momento de la puesta, los huevos monovoltinos son de color amarillo intenso, este color dura las primeras 24 horas, de allí pasa al rosa y después al marrón café pudiendo asumir a las 36–48 horas (depende de la temperatura) el color definitivo que es pardo grisáceo, con tonalidades diversas según las razas o variedades, llegando a ser algunos incluso verdosos. Los huevos se mantienen así, con este color fijo durante el período de incubación invernal. La adquisición del color pardo grisáceo es sinónimo de que el huevo está fecundado, ya que en caso contrario permanece amarillo.

En el interior del huevo se encuentran varios componentes recubiertos por la membrana vitelina, la cual incluye todo el contenido protoplasmático y un núcleo dentro de la célula huevo que representa el primer esbozo embrionario. La coloración gris pizarra es la última que adquiere el huevo dos o tres días antes de eclosionar, cercana ya la nueva primavera.

Se puede provocar una diapausa artificial evitando así que los huevos eclosionen antes de la fecha poniéndolos en un frigorífico ya que el calor del interior de las casas provoca que los gusanos salgan antes de que haya llegado la primavera y las moreras tadavía no hayan brotado. El frigorífico hará de invierno y una vez los saquemos, llegado el buen tiempo, éstos eclosionarán en unos 10-15 días dependiendo de la temperatura ambiente.


Razas

RAZAS COMUNES

Las larvas de las razas más comunes que existen, con pequeñas variaciones a nivel de producción de seda. color y forma de los capullos, son principalmente cinco; aunque hay muchas más de origen oriental.

La primera de las razas es la llamada gusano blanco liso, caracterizada por una larva de color blanco con unas leves marcas en el tórax, casi inapreciables, con forma de c; estos gusanos, en las últimas estapas de su estadio, adquieren un cierto tono azulado en la mitad superior de su cuerpo. De esta raza se conocen más de 400 subrazas, todas ellas con una larva más o menos igual, cuya única diferencia entre ellas es el color y la forma del capullo de seda.

Otra raza es la de los gusanos blancos con ocelo, tal vez la más común y la más conocida, con las marcas u ocelos en el tórax bien visibles, que la diferencian de la raza anterior. La seda que producen estos gusanos suele ser de color amarillo que va del tono pálido al anaranjado. Los ocelos están formados por una línea gruesa en forma de c de un color marrón oscuro y una sombra más clara que ocupa el interior, formando como una media luna. En la parte posterior del cuerpo aparecen otros ocelos de menor tamaño y de un color más apagado.

La tercera raza de gusanos y también bien conocida es la del gusano cebrado o rayado. La característica propia de este gusano es la de una larva blanca con anillos de color negro en la intersección de los segmentos del cuerpo de la larva, es por ello que se llaman cebrados, pues recuerdan a las cebras. Aunque es habitual que los capullos de este gusano sean de color amarillo fuerte, con algún tono anaranjado, existe la variante híbrida italiana conocida como rigato que hacen seda de color rosa, o la adrinople que hace la seda blanca. Estas larvas suelen tener marcados los ocelos característicos, aunque en algunas ocasiones no se aprecian.

La cuarta raza común es la del gusano negro o gris. Este gusano es en realidad de color marrón grisáceo jaspeado con los ocelos visibles y unas rayas de color naranja vivo en la joroba posterior a la cabeza, algunos individuos tienen un ligero color rosado y son muy resistentes a las enfermedades. El capullo que presentan es de color amarillo, un poco alargado y en ocasiones pueden fabricar capullos con un tono claramente verdoso. Se dice que la seda de este gusano es especialmente óptima, de una calidad excelente. A veces ocurre que aparecen individuos sin coloración, es decir, totalmente blancos.

Esta quinta raza es la más desconocida de todas las comunes. Es un gusano de apariencia exótica conocicdo como gusano listado. La larva es de color negro con anillos de color blanco en la intersección de los segmentos, tienen manchas naranja y rosadas a lo largo de su cuerpo y los capullos van del color blanco al naranja pasando por el amarillo y el rosado, con aspecto algo acinturado.

COLOR Y FORMA DE LOS CAPULLOS

Entre los capullos de gusano de seda se distinguen 4 tipos bien diferenciados, atendiendo a su forma. La más común es la de los capullos ovalados, es decir, más anchos por un extremo que por otro. La segunda forma que se puede distinguir es la del capullo alargado, de anchura prácticamente uniforme a lo largo de toda su longitud. Una tercera forma es la del capullo acinturado que tiene una estrechez en su zona central y una cuarta forma es la del capullo redondo, prácticamente esférico y bastante difícil de que se dé.

En cuanto a los colores, en líneas generales se puede afirmar que la uniformidad se corresponde a cada raza de gusano, sobre todo debido a la pureza de las líneas genéticas. Así pues, los individuos de una misma raza solamente darán colores iguales, y las razas hibridadas darán coloraciones distintas que pueden llegar a ser incluso dispares, o de la misma familia cromática. La pureza de la raza también se distingue por presentar siempre la misma forma.

La variedad cromática es grande y los capullos de seda, independientemente de su forma, pueden ser blancos, amarillos, naranjas, rosas e incluso verdes, con tonalidades entre estos mismos colores. Aunque lo que sí es evidente es su diferencia de tamaño según alberguen futuros machos, hembras (de mayor tamaño) o sean capullos dobles o incluso triples

En la foto anterior podemos ver capullos hilados por una misma raza de gusanos, los gusanos grises, de dos colores distintos, lo que indica una clara hibirdación, pero con la misma forma alargada.


MARIPOSAS

La mariposa, o para ser más exacto, la polilla del gusano de seda es el último estadio o edad adulta al que el insecto llega después de completar su metamorfosis.

Aparentemente no tiene nada o muy poco que ver con la larva que unos días antes se encerró en su capullo, pues los cambios han siso considerables. Cada raza tiene sus marcas características, que aunque son, en ocasiones, casi inapreciables, si nos fijamos bien, podremos distinguir con claridad y facilidad.

La polilla es un aminal con un cuerpo grueso, algo abombado donde pueden distinguirse con facilidad los segmentos que tan claramente se apreciaban en su estadio de larva. Tiene el cuerpo recubierto de mucho pelo y su longitud es de unos 5 cm. aproximadamente.

Los machos, de un tamaño ligeramente inferior y con el abdomen más estilizado y las alas más grandes, se mueven mucho más que las hembras, aún así es muy raro que alguno de ellos logre alzar el vuelo. Las hembras despiden feromonas que los machos perciben con sus pelos olfatorios, situados en las antenas pectinadas, mucho más gruesas que las de las hembras y esto les ayuda a encontrar a la hembra para que puedan aparearse.

Es en las alas donde verdaderamente se ven más claramente las diferencias entre las disitntas razas. Los gusanos blancos se transforman en una mariposa de color marrón muy claro con las nervaduras de las alas casi inapreciables, es una polilla muy homogénea sin apenas rasgos destacables. Sin embrago, las polillas de la raza negra o gris son algo más oscuras y con las nervaduras de las alas muy marcadas.

La mariposa de los gusanos listados tiene dos líneas negras en sentido horizontal en cada una de las alas superiores y el cuerpo también es más oscuro; sin embargo la de la raza u41 es de color marrón chocolate, claramente diferenciable a todas las demás. Las polillas de los gusanos u71 no tienen ninguna característica especial que las distinga, a parte de sus nervaduras algo más marcadas y su pequeño tamaño respecto a las mariposas de las otras razas.

Las polillas de la raza g33 son verdaderamente bonitas y especiales, con un abdomen oscuro y unas franjas en las alas que forman dibujos geométricos, además en su primer día de vida sus alas tienen un color amarillento. Finalmente, los gusanos rigato también comparten ese color amarillento en sus alas durante sus primeras horas como adultos, pero por lo demás son casi idénticas a las mariposas de los gusanos blancos. Todas estas características son mucho más visibles en los machos que en las hembras.

RAZAS EXÓTICAS O JAPONESAS

Las razas exóticas son verdaderamente extrañas y poco comunes a nuestra vista. La característica diferenciadora de estas razas es el color de las larvas y la uniformidad cromática de los capullos, pues son razas puras, sin mezcla, especialmente cuidadas.

Las larvas del gusano g33 son de color blanco con ocelos de color verde amarronado, bien marcados solamente en la parte superior del cuerpo. Tienen unos puntos bien visibles, por pares, en cada uno de los segmentos y en la protuberancia o "falsos ojos" tienen una mancha triangular invertida del mismo color que los ocelos, flanqueada por unas manchas negras atravesadas por una línea naranja. La cabeza de estas larvas es de un color muy claro.

Los capullos son levemente acinturados de color amarillo, naranja y rosa, todos ellos con tonalidades pálidas y las mariposas poseen bonitos dibujos geométricos en las alas con la particularidad de que, a la luz, son sus alas marillas, sólo el primer día. El ciclo de este gusano es levemente inferior al de las razas comunes, pues su estado pupal solamente dura 10 días. El tamaño al que llegan las larvas también es algo inferior.

Las larvas de u41 son blancas con ocelos levemente marcados de color verde-dorado, solamente en la parte superior de su cuerpo y con una mancha triangular invertida de color verdoso en los "falsos ojos" atravesada por una línea negra y flanqueada también por manchas negras. Su ciclo larval es de sólo 30 días y suelen estar dentro del capullo unos 14 ó 15 días por lo que su ciclo total es inferior al de las razas comunes. Su tamaño es también inferior y se encierran en capullos claramente acinturados de color amarillo. La característica más sorprendente de esta raza es el color marrón chocolate de su mariposa.

Los gusanos u71 son de color blanco-grisáceo algo jaspeados con ocelos en la parte superior e inferior de su cuerpo. Los ocelos superiores son verdosos con el controno negro en forma de C y los inferiores son circulares, del mismo color. La mancha de su protuberancia es de forma tronco-cónica de color verdoso con unas ligeras manchas a ambos lados y los dobles puntos en todos sus segementos. Su ciclo es algo menor que el de las razas comunes, con una mariposa sin características reseñables y unos capullos muy poco acinturados y más bien alargados de color verde.



Alimentación

Las hojas de morera son el único alimento de los gusanos de seda.

La morera es una planta arbórea que suele alcanzar de 6 a 12 metros de altura. Su tronco es recio y algunos pueden alcanzar los 2 metros de diámetro en su base. La copa es redondeada y amplia y las hojas son dentadas y ásperas de forma acorazonada y anchas, de color claro. Es un árbol caducifolio y la floración se produce entre los meses de abril y mayo. Su fruto es la mora.


Hojas de morera

Dentro de la familia de las moráceas hay gran cantidad de variedades perfectamente definidas, pero para la cría del gusano de seda, principalmente se utilizan la variedad blanca (Morus alba) y la negra (Morus nigra).

La morera blanca se conoce como salvaje o silvestre y sus hojas son finas, ásperas al tacto y de color verde brillante bastante uniforme. El fruto de este árbol es blanco, pasando a rosado a medida que va madurando. Las ramas son flexibles y tiene el inconveniente que sus hojas son chicas y endurecen rápidamente, perdiendo sus cualidades alimentarias. Los estudiosos sostienen que los gusanos alimentados con estas hojas producen un 10% más de seda.

La morera negra se desarrolla mejor en climas secos y rigurosos y en suelos pobres. El follaje de este árbol es más tupido y tiene las hojas acorazonadas, grandes y sus ramas también son flexibles. El fruto suele ser rojo, pasando a negro cuando está maduro. Los criadores afirman que los gusanos alimentados con hojas de morera negra producen hilos más fuertes y pesados.


Morera blancaMorera negra

Enfermedades

Las principales enfermedades que pueden atacar a este insecto son:

La Pebrina

Está producida por los gérmenes del protozoo Nosema bombycis. Los primeros síntomas de la enfermedad consisten en un retraso del desarrollo, languidez, pérdida de apetito y dificultad para hacer la muda. Frecuentemente aparecen en la superficie de la piel de los gusanos enfermos unas manchas negras carbonosas diseminadas irregularmente.

Flaccidez

Es la más peligrosa de las enfermedades de este insecto. Los gusanos atacados dejan de comer, la piel y el cuerpo se ablandan y los animales no tardan en morir, después de lo cual se ennegrcen, la piel se rompe y dejan escapar un líquido oscuro de olor repugnante. Otras veces la larva llega a hilar el capullo, pero muere la crisálida y mancha la seda, que recibe el nombre de realina y es de calidad inferior. Si llega a producirse la mariposa, sus huevecillos quedan infectados por los gérmenes de la enfermedad

Amarillez

Los síntomas principales son la hinchazón del cuerpo, que toma color amarillo o blanco lechoso, encogimiento de las patas y dificultad para moverse; la muerte sobreviene rápidamente y en el interior del animal se encuentra un líquido blanco-amarillento que observado al microscopio muestra numerosos gránulos poliédricos.

Muscardina

Está producida por el hongo Botrytis bassiana, cuyas esporas blanquecinas son las agentes del contagio y al germinar sobre la piel introducen por los poros el micelio. Los gusanos atacados dejan de comer, permanecen inmóviles, su cuerpo se tiñe de color de rosa, se endurece y se cubre de un moho blanco; la muerte sobreviene rápidamente.


Curiosidades

Este es un ejemplo de una moneda antigua china donde se empareja la producción de arroz y la del gusano de seda. La inscripción se lee de arriba a abajo y de derecha a izquierda como "tian can wan bei" que significa: "que aumenten 10.000 veces tus campos de arroz y tus gusanos de seda".

El reverso tiene una imagen de un ciervo moteado, que es un símbolo frecuente en las monedas antiguas de China y que significa la esperanza de una vida larga, así como el éxito en la consecución de una empresa, acompañada de honor y riqueza. Con la inclusión del ciervo, se expresa el deseo de "buena suerte" en las ocupaciones de la agricultura y la sericultura.

La moneda mide 27 mm de diámetro y pesa 6,8 gramos. De la época del emperador Kang-Xi, tercer emperador de la dinastía Quing (1654-1722).

En el Palacio de Verano de Hanzou, China, se encontraron piezas de seda con más de 4.500 años de antigüedad.

Japón es el mayor productor y exportador de seda manufacturada desde 1970. China produce el 80% del suministro de seda cruda en el mundo con más de 10 millones de granjas de seda y con 500.000 personas empleadas. Otros países que producen seda son India, Rusia, Corea del Sur, Brasil, España e Italia.

Se usa seda para fabricar hojas de papel (papel de seda), medias, vestidos, kimonos, paracaídas, algunos neumáticos de bicicleta, pantallas de lámparas, ropa interior, tapicerías, hilos de sutura, cubiertas de muebles, corbatas, sombreros, hilos de pesca, guantes, etc.

Un árbol de morera produce por término medio unos 100 kilos de hojas, con ellas se alimentaría a unos 5.000 gusanos, de los que se obtendrían 2.500 capullos, de los que se extraería 0,5 kg. de seda.

Se necesitan 110 capullos para hacer una corbata, 630 para una blusa, 800 para una camiseta y 3.000 para un kimono de seda.


Kimono de seda

Bombyx mandarina

Los gusanos de seda toleran el manejo por parte de los humanos y viven perfectamente estando apretujados, han perdido la capacidad de volar cuando son mariposa y la de defenderse frente a los depredadores. No pueden vivir en condiciones salvajes. Éstas son algunas de las características propias de los gusanos domesticados que los diferencian de sus familiares en libertad. Las huellas de ese proceso milenario están en el genoma: al menos 354 genes del gusano de seda están relacionados con su utilización productiva. La domesticación se remonta a más de 5.000 años, según indican tanto el registro arqueológico como los datos genéticos.

La selección artificial favorece las cualidades de interés económico.

Un equipo científico internacional, liderado por especialistas chinos, ha secuenciado 40 genomas de gusano de seda (salvajes y productivos) y la primera conclusión que arrojan los datos es que la domesticación de los gusanos fue un acontecimiento único, es decir, que en algún momento se recolectó un gran número de ellos en un corto periodo de tiempo y de aquella población inicial derivan los gusanos de seda explotados actualmente en numerosas regiones del mundo.

Jun Wang y sus colegas advierten en su artículo en la revista Science que los análisis no permiten determinar si se recogieron los gusanos en un único lugar geográfico o en varios. La información genética tampoco indica una zona específica de China como origen de esta domesticación.

La producción de la seda era un alto secreto en la antigua China y el contrabando de gusanos o de sus huevos estaba penado con la muerte, recuerda Dennis Normile en la misma revista. La protección de los secretos de la seda fue eficaz durante miles de años, hasta que la técnica acabó difundiéndose por Japón, Corea, Oriente Próximo y Europa.

Actualmente hay más de un millar de estirpes de gusanos de seda productivos. Wang (Instituto de Genómica de Pekín) y sus colegas han constatado que los gusanos domesticados (Bombyx mori) y los salvajes (Bombyx mandarina) están claramente separados genéticamente. De los primeros han secuenciado 29 genomas de ejemplares procedentes de China, Japón, Europa y algunas regiones tropicales. De los segundos, los salvajes, han hecho 11 genomas, todos ellos de poblaciones de China (seis de una única provincia), por lo que Normile cita las cautelas del experto japonés Yutaka Banno, partidario de ampliar el muestreo antes de sacar conclusiones definitivas sobre la historia genética de los gusanos de seda.

Aún así, el trabajo del equipo internacional aporta información importante, por ejemplo acerca de los genes de los gusanos que deben de estar implicados en factores clave de la domesticación como la producción de seda, el metabolismo y la reproducción. Los expertos apuntan que estos genes pueden ser útiles no sólo en la producción de seda sino también en la explotación de otros insectos. Además, los B. mandarina son considerados una plaga, por lo que el conocimiento genético puede ayudar a controlarla.

Señalan los investigadores que la selección artificial de los gusanos ha actuado a lo largo de miles de años favoreciendo características de interés económico como el mayor tamaño del capullo, la superior expresión de la glándula productora de seda o la alta tasa de crecimiento y de reproducción.


Fuente consultada: ©Alicia Rivera EL PAÍS 02/09/2009



Bibliografía

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Enlaces recomendados

Página oficial de la AERCEGSA.

Revista Entomológica de Asturias

Sericultura en las Españas.

Seda. Los misterios del Bombyx mori.

Web sobre orugas y seda de Michel Cook.

Gusanet.